Skip to content
Hace tiempo que los áticos o plantas bajas dejaron de ser un espacio exclusivo para albergar negocios de diversa índole en las ciudades. El atractivo de vivir a pie de calle tiene que ver con la accesibilidad, un precio –normalmente- más económico y un toque muy exclusivo. Sin embargo, convertir un bajo en una vivienda no siempre es fácil. Cuando hablamos de reformar un antiguo comercio urbanita, los nuevos huéspedes necesitarán de diversos permisos y de las adecuadas condiciones de habitabilidad. En Grupo Ceres, creemos que merece la pena. Las plantas bajas tienen un encanto que nunca tendrán las medias, solo hay que aprender a sacarle partido. ¡Te ayudamos!

Reformar un bajo: todo lo que hay que tener en cuenta

  • Busca la luz. Disponer de más luz y aprovecharla será siempre el primer objetivo de la reforma, convirtiéndose en la piedra angular de todas las demás decisiones. Tanto en su formato natural como artificial, y distribuye la vivienda en torno a ella. Ten en cuenta la orientación y reserva las zonas más iluminadas para la cocina o el salón.
  • Tonos claros y calidez. A la hora de elegir la gama de colores, lo mejor será apostar por una combinación de tonos claros. Limita las gamas intensas a las alfombras o tapizados, para crear contraste. La idea es generar una atmósfera cálida, por eso, elige materiales como la madera e incluso el ladrillo visto.
  • Usa tabiques de cristal. Compartimentar correctamente el espacio de una vivienda de planta baja no es precisamente sencillo. Hazlo pensando en que todas las habitaciones de la casa reciban la mayor cantidad de luz natural posible. Pueden resultarte muy útiles los tabiques de cristal o las puertas correderas.
  • Concepto abierto. Si tienes la posibilidad de –simplemente- no cerrar las habitaciones, ¡apúntate al concepto abierto! Cuando se trata de áticos, debe buscarse construir un espacio diáfano, favoreciendo la entrada de la luz de manera uniforme. Las cocinas abiertas están muy de moda, en este post te contamos todo acerca de ellas.
  • Ojo con las ventanas. La planta baja implica un poco de menos intimidad, ya que facilita la entrada de miradas indiscretas a través de las ventanas. Como posible solución, puedes instalar un sistema de persianas o contraventanas, que respeten tu privacidad pero no impidan la entrada de luz al interior.
¿Tienes dudas? Contacta con nosotros en cualquiera de nuestras oficinas.
Usamos cookies en nuestra página web para ver cómo interactúas con ella. Al aceptarlo estás de acuerdo con nuestro uso de dichas cookies.    Aviso legal
Privacidad